¿La derogación de la LOMCE?
Me hubiera gustado haber realizado una siguiente entrada a analizar como el sistema educativo finlandés encamina la evaluación de sus alumnos.
No obstante, debido al movimiento político que hoy en día tiene lugar en España, he considerado necesario abrir una entrada a este respecto.
Todos sabemos que hoy en día, nuestras leyes educativas españolas son realmente leyes políticas y no tienen un fundamento base que se mantenga a través de una Ley de Estado. Se ha querido, pero nunca se han puesto las ideas claras. ¿Qué es lo que ocurre? Pues que cada vez que cambia un partido político de izquierda a derecha o un partido político de derechas a izquierdas se cambia la ley. Parece ser que de eso se trata. De ver quién sabe más, de quién tiene la idea más rocambolesca posible. Pero lo que no les importa es que quien sufre realmente todos estos cambios son… los niños.
Los niños se ven cada cuatro (ocho años a lo sumo) con un cambio o intento de cambio de ley (¿recuerdan la LOCE?) Los políticos han pensado que esto de la educación es una cuestión de despacho donde pueden decidir los contenidos y a los cuatro años, por arte de birlibirloque poner otros.
Poner áreas, quitar áreas, evaluar unas, quitar otras… Un desastre. Una vergüenza. Ahora con la idea política de PSOE vuelve a ocurrir lo mismo. Ya comentan la derogación de la LOMCE entre sus posturas en caso de salir ganadores de la investidura el próximo 2 de marzo. Y así volveremos a estar si dentro de cuatro u ocho años vuelve a ver un cambio de partido político.
Ante este panorama sólo veo una ventana de luz: Los objetivos europeos 2020 basados en competencias clave y estándares de aprendizaje. Esto es el pilar de la Comunidad Europea, el cual no creo que salga España de esta idea.
Cuando voy por las escuelas y observo todavía el desconocimiento generalizado de los maestros sobre cómo evaluar las competencias claves y el tremendo lío que tienen entre rúbrica, indicadores de logro, estándares de aprendizaje, criterios de evaluación y objetivos me pregunto: ¿qué pasará cuando los maestros tengan una idea de estos elementos y se les cambie?
La única respuesta que se me viene a la cabeza es un sentimiento de confianza en que estos elementos no cambiarán. Tal vez la nueva ley educativa vuelva a poner o quitar áreas, vuelva a establecer los ciclos, tal vez nos quiten los números en las evaluaciones y volvamos a la nota cualitativa (¡aún recuerdo las horas que me pase con Goliat 2.0 para cambiar la idea de evaluación de la LOE (Goliat 1.0) con la LOE-LOMCE!).
Nunca se sabe cuando las mentes que dirigen la educación se reúnen en sus despachos. Y me pregunto ¿pensarán en los niños?
El sistema educativo español tiene que seguir mejorando y para ello lo primero que hay que hacer es generar una estabilidad educativa. Una mejor formación a los maestros (unida con una mejor evaluación de los mismos), mejores recursos educativos para alumnos con necesidades educativas y mejoras en la evaluación de los alumnos (programas accesibles -gratuitos- o plataformas educativas a los centros educativos públicos…).
Se debería abarcar aspectos de enseñanza metodológica en las aulas… en fin, diferentes aspectos que veo se quedarán en el tintero ante unos señores (políticos, técnicos…) que pensarán en como hacer su nueva ley educativa más llamativa cara a la galería. Los maestros seremos los peones en construir un nuevo edificio que como Babel no sé si llegaremos un acuerdo y nos entenderemos para alcanzar el objetivo.
España debe mejorar y para ello que mejor que establecer un camino común sin absurdas rivalidades políticas.
José M. Maestre