¿Cómo hacer bien una rúbrica? (Parte I)
Entramos en un concepto antiguo como es la rúbrica, pero que en España, desde la llegada de la LOE-LOMCE, debe aparece como un instrumento de evaluación en nuestras programaciones-evaluaciones.
Como digo, realmente una rúbrica es algo que todos los maestros hemos y estamos haciendo en nuestras evaluaciones. Es decir, cogemos el concepto a evaluar y lo calificamos. No obstante, esto sólo es un primer paso para saber qué es realmente una rúbrica.
La auténtica rúbrica nos permite conocer los motivos por los que un alumno ha sacado una determinada nota. Y aquí es donde ya debemos comenzar a discernir entre enfoque tradicional y enfoque competencial.
En un enfoque tradicional, en España, la rúbrica mostraría una escala del 0 al 10. Es decir, pondríamos un contenido, una unidad didáctica, un módulo y le otorgaríamos una nota (e.g. Examen de matemáticas unidad 2…. el alumno ha obtenido un 6.5). En este sentido, sea cual sea el enfoque ahora la pregunta sería ¿por qué en el examen de matemáticas de la unidad 2, el alumno ha obtenido un 6.5?
Lo mismo ocurre en un enfoque competencial. En este caso, la rúbrica no tiene nota sino «indicadores de logro» o «nivel de desempeño». Indico estos dos términos, porque en España, dependiendo de la comunidad autónoma el «indicador de logro» puede ser entendido también como estándar de aprendizaje evaluable.
En el enfoque competencial los indicadores de logro son graduados del 1 al 4. Es decir, ya tenemos la primera diferencia con una rúbrica tradicional. El por qué en el enfoque competencial tenemos cuatro indicadores de logro en vez de 10 (enfoque tradicional), estriba en entender que las competencias se consiguen o están en progreso. Siguen un camino legislativo evaluativo muy parecido a lo que se hace en Educación Infantil (e.g., conseguido, no conseguido, en progreso). Y es que de eso se trata, de entender que una rúbrica va a decirnos el nivel competencial y para una competencia (observable en un estándar de aprendizaje) los indicadores de logro deben ser pocos y muy definidos.
Como estamos pudiendo ver, para construir bien una rúbrica competencial, no sólo tenemos que graduarla en cuatro indicadores de logro (generalmente en escala cuantitativa del 1 al 4 -mejor que cualitativa por no referir a posibles confusiones con el enfoque tradicional).
La segunda diferencia es que lo que vamos a evaluar, medir y conocer es la capacidad del alumno de resolver un problema y para eso necesitaremos relacionar, observar y ver dicha capacidad mediante un estándar de aprendizaje evaluable.
Aquí tenemos la segunda diferencia con respecto a una rúbrica tradicional. En una rúbrica competencial debemos escribir los estándares de aprendizaje evaluables. Es decir, ya no podemos decir «examen de matemáticas unidad 2….. el alumno obtiene un 6.5». Esto es tradicional. En la rúbrica competencial debe aparecer el estándar de aprendizaje y su indicador de logro.
Para entenderlo mejor, os dejo el control de lengua castellana para alumnos de 5º de Educación Primaria que he realizado hace unos días. En él, podemos observar cómo aparecen los estándares de aprendizaje, y lo que es importante, su número tal cual aparece en la programación y su relación con el ejercicio que corresponde:
Las primeras ventajas que podemos observar es que el control ya no tiene esa nota numérica que va del 0 al 10. En este caso, muestra un conocimiento más profundo de lo que realmente el alumno sabe hacer. Las dificultades que muestre este alumno se verán reflejadas de forma concreta a través del estándar y su indicador de logro.
No obstante, esto es la primera parte para hacer bien una rúbrica. Porque realmente, esto es muy similar a lo que tenemos en nuestros cuadernos de evaluación. Es decir, si sustituimos el estándar por un contenido y el indicador de logro por una nota tradicional… ya tenemos una rúbrica tradicional.
Ahora bien, la auténtica rúbrica consistiría en agrupar, concretar por categorías el o los estándares de aprendizajes evaluables y a cada indicador de logro definir exactamente cada categoría.
Espero en una próxima entrada realizar todo este proceso a través de un ejemplo que estoy desarrollando con una rúbrica de comprensión lectora.
Ya sabéis, cualquier comentario, sugerencia, reflexión, será más que bien recibida. Aquí o en mi correo personal jose.maestre@ievcblanch.com