Nuevo gobierno en España, nueva Ley de Educación: LOMLOE
El 7 de enero de 2020 España asistió a la investidura de Pedro Sanchez. Nuevo presidente del Gobierno. Un Gobierno en coalición que, sin lugar a dudas, cambiará la Ley de Educación LOE-LOMCE. Aunque no se puede publicar aprobada una nueva Ley sin mayorías amplias en las Cortes, es cuestión de tiempo de ver una nueva ley de educación denominada LOMLOE.
El 22 de febrero de 2019 se publicó el anteproyecto de Ley. En la actualidad se pueden ya consultar las diferentes infografías que dan el primer esbozo de lo que será la nueva Ley de Educación. Remotándonos en 1970 y su posterior restauración democrática, España ha convivido con diferentes leyes de educación que han tenido, tienen y tendrán un fundamento político claramente marcado por el partido político que gobierne. Al no existir un pacto social y político en educación, posiblemente cada década o incluso menos tiempo, tendremos una nueva ley política de Educación.
La Ley de Educación, es el fiel reflejo a nuestra sociedad. Diversas opiniones sobre qué camino en la enseñanza es el mejor hoy en día. La opinión del gobierno será criticada y si se diera la vuelta a la tortilla (la oposición fuera Gobierno), pasaría lo mismo. Es un volver a empezar continuamente.
De cualquier forma, no es mi interés, en esta entrada analizar el borrador de la nueva Ley de Educación (LOMLOE) ya que creo que esto será mejor hacerlo una vez se publique la Ley. En esta entrada me gustaría detenerme en dos objetivos del propio borrador: El objetivo 1 y el objetivo 3.
El objetivo 1 hace referencia a la supresión de los estándares de aprendizaje.
El objetivo 3 hace referencia a las evaluaciones diagnóstico.
Entre estos objetivos, se incluyen numerosos otros que hacen ver como el sistema educativo español seguirá… casi como siempre.
Por ejemplo, y de forma muy general, volveremos a los ciclos (las CCP, por tanto ya no serán tan numerosas), se volverá a oir palabras como «fomento al espíritu científico o creatividad», sin saber exactamente a cómo hacerlo ya que, en general se detecta lo mismo: un sistema de enseñanza tradicional con una evaluación tradicional.
Pero comencemos a desarrollar, el fin último de esta entrada: la supresión de los estándares de aprendizaje y las evaluaciones diagnóstico:
Aún no se indica cuál será el nuevo elemento curricular que lo actualice, cambie o modifique. Seguramente, aparecerén los objetivos nuevamente. Está claro, que las nuevas personas que entren en el gobierno tendrán que decidir que sus horas de trabajo deben aparecer en algún sitio, y que mejor sitio este que suprimir los estándares de aprendizaje.
Los estándares de aprendizaje pueden o no, ser criticados. Su caracter casi cerrado podría hacer que el maestro tuviera menos nivel de «maniobra» en la enseñanza. No obstante, desde mi punto de vista ayudaban bastante a saber el dominio de conocimiento adquerido por el alumno. Los estándares también tienen gran acogida en Europa, y hasta la fecha, también en Reino Unido e Irlanda.
Desconozco el sistema de evaluación de latinoamerica o de otros países. Sin embargo, sea cual sea el sistema educativo, el fin último es el mismo: Conocer el grado de dominio de una destreza, capacidad o competencia de un determinado alumno.
En definitiva, desde mi punto de vista, todo este punto de vista de suprimir los estándares de aprendizje no deja de ser un nuevo retroceso. Un retroceso por no existir una Ley de Educación. La LOMLOE, al igual que las anteriores Leyes de Educación, será una nueva Ley Política de Educación.
Volverá a marear a los maestros, y los cambios de recorrido de enseñanza en Bachillerato, ESO y FP creo que se volverán a ver afectados. Principalmente en conocer ahora los nuevos títulos y nuevos nombres.
Ejemplos de los que indico aparecen en el objetivo 3 de la LOMLOE. Se mantiene las evaluaciones diganóstico, pero mi duda es saber el tratamiento que se dará a los resultados obtenidos. Esto es, esto de las evaluaciones diagnóstico puede, en cierta forma estar bien (siempre y cuando no entendamos que cuando hay una evaluación diagnóstico los alumnos pueden estar ente uno a dos meses haciendo las dichosas pruebas). Ahora bien, como digo las pruebas diagnósticas es como ir al médico.
«Doctor, estoy enfermo. Algo me pasa». El doctor lo primero que va a hacer es emitir un diagnóstico para luego aplicar el tratamiento con el especialista correspondiente.
Pues en Educación es lo mismo. Hay un diagnóstico ante una enfermedad (la enfermedad puede ser comparanos y ver como no avanzamos en los informes PISA). El problema añadido, es que el diagnósitco, por lo que yo observo en España, es siempre el mismo. Un sistema encerrado en el aspecto conceptual (todo muy memorístico con poco procedimiento o situaciones experimentales y prácticas).
Siguiendo con el objetivo 3 de la LOMLOE me sorprende que se indique «promoción de proyectos innovadores y experimentales». Mire usted, esto está realmente bien, pero un proyecto innovador no es aquel que implique un conocimiento de la física o de la mecánica cuántica. Un proyecto innovador puede surgir en la enseñanza, por ejemplo, de las potencias. Y para eso es necesario motivar al profesor o maestro con herramientas muy concretas. Y por lo que veo la LOMLOE solo traerá una vuelta de tuerca al ya pasado tornillo. Es decir, seguiremos estancados en lo mismo, exprimiendo al maestro con pruebas diagnóstico, sin cambiar la base en sí. Sólo se irán haciendo pequeños parches, movidos o promovidos por la gente política que o bien ya no saben lo que es una escuela o nunca han trabajado en ella.
Y todo esto lleva a la evaluación. A este respecto, queda esperar a lo que el nuevo gobierna quiera dictar. Si volver a hacer evaluaciones por contenidos y objetivos, dejando atrás las rúbricas (y los quebraderos de cabeza que han traído) y los estándares de aprendizaje.
Porque, seamos sinceros, en España, a pesar de la evaluación por competencias a través de los estándares de aprendizaje, su aplicación práctica en nuestras programaciones y trabajo diario ha sido muy escaso. Todavía la evaluación tradicional sigue siendo el motor de trabajo de infinidad de compañeros.
Y esto, es en parte lógico. Porque no tiene o no tenía sentido, evaluar por competencias clave, a través de estándares de aprendizaje, cuando la evaluación final que los alumnos y sus padres recibían estaba en una escala del 0 al 10.
Con la LOMLOE, o mucho me equivoco, pero volveremos a la evaluación tradicional. La LOE-LOMCE tenía un buen desarrollo en su evaluación, pero ese bonito sueño no tenía un final feliz, pues no terminó de rematar las calificaciones finales de los alumnos en sus boletines informativos y expedientes académicos.
Así pues, una vez más y si no me equivoco, nuestras generaciones volverán a enseñar a las nuevas generaciones a través de una evaluación tradicional. En Navidad y verano volveremos a escuchar la típica pregunta: ¿Qué notas has sacado?… Pues he sacado un 9 en matemáticas. ¡Ah! Pues como has sacadado un 9 en matemáticas tendrás regalo de reyes o incluso unas vacaciones a la playa.
En definitiva, volveré a preguntarme una de mis preguntas favoritas en el ámbito educativo: ¿Para qué sirve un 9? Posiblemente con la LOMLOE un 9 sirve para que vengan los Reyes Magos y tenga vacaciones de Navidad.
Este hecho (el de tener una nota numérica), lo puedo entender más en Secundaria y Bachillerato, pero en el ámbito de Primaria me sigue siendo ridículo. Es como si a un alumno en Infantil con 3 años le decimos que ha sacado un 6 en hablar ¿A que sonaría raro? Pues algo así pasa en Primaria.
Y aún, los politicos no se dan cuenta. Lo que sí se dan cuenta, es intentar parar los avances del anterior gobierno, simplmente por eso. Porque todo lo que ha hecho el anterior «jefe», «director» o compañero no estaba bien.