El alumno como agente social

Hoy en día, la educación entiende al alumno como un agente social. Se trata éste de un enfoque en el se tienen en cuenta todas las capacidades específicas cuando el alumno desempeña una tarea, en un determinado contexto social.

Dentro de los enfoques que permiten este pormenor encontramos la evolución entre el enfoque por tareas y el enfoque orientado a la acción.

En otra entrada ya hablé sobre el enfoque por tareas. En esta ocasión quisiera detenerme entre la evolución entre enfoque por tareas y enfoque orientado a la acción y cómo esta relación nos deja entender mejor el concepto «el alumno como agente social».

Entendemos un enfoque por tareas como aquel conjunto de tareas posibilitadoras que permiten en un contexto ficcional analizar lo que un alumno es capaz de realizar. En este sentido es muy importante entender el concepto «ficcional». Este enfoque es el más utilizado por los maestros ya permiten conocer un primer aspecto de lo que el alumno es capaz de hacer y conoce.

No obstante, el enfoque por tareas, al tratarse de un contexto ficcional no permite conocer el conocimiento real del alumno. Es por ello que nace el enfoque orientado a la acción.

Este enfoque entiende al alumno como un agente social que interactua con las acciones propuestas relacionadas con sus necesidades.

Como se ve, la diferencia principal entre enfoque por tareas y enfoque orientado a la acción, es que el enfoque orientado a la acción es un conjunto de tareas encaminadas a conocer las necesidades reales del alumno y cómo este se desenvuelve en ellas.

Poniendo ejemplo, podemos poner tareas al alumno en el que se indique cómo obtener la velocidad media de un autobús que va de un punto A a un Punto B…

En cambio, si el alumno no encuentra interés en entender Punto A y Punto B estaremos aplicando una tarea ficcional. La idea del enfoque encaminado a la acción es proponer al alumno tareas lo más cercanas a su realidad.

En este caso, podemos motivar al alumno a que haga una investigación sobre sus últimas vacaciones, indicando cuál fue su punto de partida y su punto de llegada. El medio de transporte utilizado, hora aproximada de salida y hora aproximada de llegada y preguntarle. ¿Cuál fue la velocidad media del medio de transporte que utilizaste en tú último viaje?

Lógicamente el tipo de enfoque orientado a la acción dependerá del nivel que nos encontremos enseñando.

De cualquier forma, cuando hablamos de competencias clave y entendemos al alumno como un agente social debemos entender que:

  1. Las competencias partes de una teoría, pasan por un puente de conocimiento y llegan hasta la producción. La teoría se basa en lo que el alumno está aprendiendo y corresponde con un marco conceptual como: cálculo mental, expresión escrita, comprensión oral. Es decir, el alumno aprender. El puente de conocimiento es desarrollado mediante un enfoque de tareas. Es decir, proponer tareas ficcionales para analizar lo que el alumno está aprendiendo. Es en este paso donde los maestros nos solemos quedar a través de los exámenes (tareas ficcionales). El último paso es el marcado por un enfoque orientado a la acción, donde el alumno debe demostrar lo que sabe hacer una situación lo más real posible.
  2. La producción es reflejada en un enfoque orientado a la acción y puede ser también reflejada en un portfolio o conjunto de evidencias (tareas) durante un periodo de tiempo.
  3. La ayuda y guía del maestro en todo este proceso es esencial. Aunque si bien es cierto que en la teoría (observación a través de tareas conceptuales) y en la práctica (experimentación a través de controles) la guía del maestro es mayor, no es menos cierto que en la producción (enfoque orientado a la acción), el maestro debe apartarse de la guía y es, en esta ocasión, el alumno el que debe proceder a realizar lo más independiente posible (o colaborativamente con otros alumnos) a realizar las tareas propuestas.

En conclusión:

El enfoque por tareas es un enfoque orientado a la ficción. En un ámbito competencial el enfoque por tareas se encuadra en los dominios de la Taxonomía de Bloom primeros. Esto es observación (comprender, recordar) y experimentación (analizar). El enfoque orientado a la acción corresponde más con los aspectos cognitivos más avanzados dentro de la Taxonomía de Bloom: crear y evaluar.

No olvidemos que este dominio cognitivo, la evaluación encuadra principalmente la autoevaluación y la coevalución y no solo la evaluación externa del maestro al alumno.

Un alumno entendido éste como un agente social es aquella persona cuyas situaciones comunicativas se realizan en ámbitos sociales.

Goliat Avanza

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.