Ley Celaá: A vueltas con los estándares de aprendizaje

Ya está aquí la Ley Celaá o la LOMLOE. ¿Volvemos a empezar? ¿Retrocedemos o avanzamos? Sea la respuesta que sea, la cual cada uno tendrá su propia opinión en este aspecto, lo cierto es que la Educación se encuentra en una encrucijada de opiniones políticas que depende de la opinión del partido que gobierne.

Son diversos los cambios que nos afectan a los docentes, pero creo que el principal es el de los Estándares de aprendizaje. Nuestro curriculum es denso y extenso. Algunas comunidades autónomas pueden tener más de 400 hojas de las cuales más de 200 o 250 hojas son referentes a los estándares de apendizaje evaluables.

La Ley Celaá los indica ahora como orientativos (Disposición transitoria Segunda, LOMLOE). Lo cierto es que si miramos un Curriculm de Inglaterra, la primera diferencia que vemos es en la propia densidad de hojas. Por ejemplo, el curriculum de Educación Física de primaria son tres escasas hojas. Como vemos nos encontramos en dos puntos totalmente opuestos. ¿Quiere con esto la Ley Celaá acercarse más al sistema inglés? Lo dudo. Por una parte, la queja de los estándares de aprendizaje es que son rígidos y no dejan movimiento de decisión al profesor. Se hace esto y esto para conseguir esto.

Desde mi punto de vista, es que no se ha sabido trabajar el concepto de «Estándar de apendizaje» e indicador de logro. Dependiendo de la comunidad en la que estés, estos conceptos pueden ser ambiguos y confusos. Para simplificarlo, podemos decir que el estándar de aprendizaje es lo que se pide en el currículum y el indicador de logro es la adaptación de ese estándar a la escuela y a los alumnos con los que trabajes.

De esta forma, y desde mi punto de vista como docente, la Ley Celaá no conoce el valor fundamental del estándar de aprendizaje, puescuando se indica orientativo deja escapar una gran oportunidad de mejorar la evaluación del sistema español.

Los estándares de aprendizaje son la base de una educación holística que guía al maestro a que el alumno vaya desde el entendimiento de la enseñanza hasta su propio análisis. Solo así podremos entender el concepto de «ciudadano del mundo» o «ciudadano global».

Con esta decisión, volvemos nuevamente a la LOOGSE, pues los estándares de aprendizaje, bien trabajados y enseñados en la escuela permiten el proceso de construcción y reflexión en el alumno, creando un mejor Portfolio de aprendizaje para su aplicación futura al mundo real.

En definitiva, es probable que sigamos sin avanzar, habiendo perdido una gran oportunidad de trabajar las competencias clave a través de los estándares de aprendizaje. Lo que hace falta es enseñar al profesorado a trabajar los estándares, con soportes informáticos que faciliten su evaluación para dar el primer paso de una Educación Holística o lo que en la LOE-LOMCE se llamó Perfil de Área y finalmente el Perfil Competencial.

Y cierro así, este post, con mi tristeza de encontrar que lamentablemente, en el propio preámbulo de la Ley Celaá, nos encontramos la siguiente cita:

«Por otra parte, la LOMCE desarrolló un modelo curricular basado en la diferenciación de materias troncales, específicas y de libre configuración y en la introducción de estándares de aprendizaje, que supuso el abandono del modelo compartido tradicional de diseño curricular, produciendo como efecto indeseado la multiplicación de materias y currículos diferentes«.

El fallo no es entender que los estándares de aprendizaje provocaron esta situación, el fallo es entender que siguen sin darse herramientas suficientes a los maestros para mejorar la evaluación, la enseñanza y el aprendizaje del alumno a través de un mejor conocimiento del Perfil de área y Perfil Competencial que conecte el conocimiento dado en la escuela con la vida real… y eso, eso es con un buen uso de los estándares de aprendizaje.

Goliat Avanza

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